Desde hace mucho tiempo he tenido en mente el que se me diera la oportunidad de poder escribir y hacer público algunas cuestiones en las que he tenido la suerte y el privilegio de ser parte activa en su desarrollo y después en sus consecuencias, en su gran mayoría muy positivas.

Voy a empezar diciendo que mi participación en la Banda Municipal de Música de Villena se remonta al año 1952 y fue bajo el magisterio del Maestro don Manuel Carrascosa. -La palabra “Maestro” que hermosa es-. Con este escrito y de una manera personal, quiero, desde el recuerdo, rendir mi pequeño homenaje de gratitud y admiración a este gran hombre que, sin ser de Villena, con su música fue capaz de unir y aunar sentimientos de orgullo y pasión por las cosas de nuestra ciudad. ¡Gracias Maestro!

Por aquellos entonces la plantilla de la Banda Municipal estaba compuesta por 67 plazas, si la cabeza no me falla; 3 flautas, 2 oboes, 1 requinto, 15 clarinetes, 5 saxofones altos, 5 saxofones tenores, 1 saxofón barítono, 5 trompas, 3 fliscornos, 6 trompetas, 5 trombones, 4 bombardinos, 6 tubas (antes denominadas Bajos), 2 cajas, 1 timbalero, 2 platilleros y 1 bombista.

Aquí tengo que hacer una observación sobre la formación musical de estos músicos. En un porcentaje muy alto (95 % aprox.) los estudios se limitaban a 1º y 2º de solfeo del Método Eslava y 1º y 2º de instrumento. Cierto es que habían ciertas excepciones en algunos músicos, que sí tenían estudios reglados en algún conservatorio de la zona, llegando a contar con varios músicos en nuestra formación que concluyeron los estudios superiores viajando constantemente a Alicante y Valencia, para de esa manera obtener, con profesores titulados, una buena y mejor formación académica.

No hay que olvidar que casi todos los componentes de la Banda de entonces éramos alumnos del Maestro Carrascosa, y/o de su predecesor el Maestro Bravo (director-fundador de la actual Banda Municipal de Música de Villena), y la formación musical no es que fuera escasa, pero la falta de medios y profesorado específico de cada instrumento se suplía con muchas horas de ensayo y mucha ilusión.

Manuel Carrascosa con jóvenes educandos. Año 1951

Manuel Carrascosa con jóvenes educandos. Año 1951

Era el Maestro el que, con su esfuerzo y unido al esfuerzo e ilusión de los discípulos, se encargaba de nutrir y dar sabia nueva a la Banda Municipal. Las clases se desarrollaban todos los días, de lunes a viernes, desde las 5:30 h. de la tarde hasta las 9:30 h. de la noche. Nos llegábamos a juntar en la Academia de la Banda, todos los días, unos 40 educandos para las clases de solfeo, y después individualmente el Maestro Carrascosa nos enseñaba a todos y cada uno a tocar nuestro instrumento. El Maestro era el encargado de impartir las clases de todos los instrumentos, desde las flautas, oboes y clarinetes, pasando por los saxofones, vientos metales o la percusión. Era el Maestro de todos los instrumentos, con sus diferencias técnicas y distintas metodologías.

La enseñanza musical en Villena, en la Academia de la Banda Municipal, era totalmente gratuita, sin distinción de clases sociales, y así fueron hasta la jubilación del Maestro Carrascosa, allá por el año 1978, y con sus sucesores.

Como dije al principio, he sido testigo y un privilegiado de poder ver y aprovecharme del enorme trabajo desarrollado por el Maestro Carrascosa con los educandos de la Banda Municipal y con la Agrupación Teatral “Ruperto Chapí”, con ensayos duros y largos, que siempre en su gran mayoría estaban acompañados de grandes éxitos. Recordemos los éxitos obtenidos por la Banda Municipal de Villena en los Certámenes de 1946, 1947, 1950, 1953 y 1968 bajo la magistral batuta de don Manuel. -“La raíz es amarga, pero los frutos son dulces”-.

Desde la jubilación del Maestro Carrascosa, si no recuerdo mal y contándolo a él, he tenido el placer y el honor de estar bajo las batutas  de 11 directores. De todos y cada uno de ellos he aprendido y han hecho sentirme muy orgulloso de ellos, al igual que de la infinidad de compañeros que a lo largo de todos estos años (63) he tenido el honor de hacer música junto a ellos, atril con atril. ¡Qué suerte la mía!

A parte de evocar la figura y personalidad de esa gran persona que, para mí y otros muchos discípulos, fue el Maestro Manuel Carrascosa, quien esté leyendo este escrito se preguntará qué relación tiene el título con lo dicho hasta ahora, y voy a intentar explicarlo y razonarlo.

A raíz de la jubilación del Maestro, y aunque la Escuela de Música de la Banda Municipal seguía funcionando, hay que decir que no a plena satisfacción, tal y como había sido desde su creación hasta el momento. Fueron pasando varios directores por el atril de la Banda que no podían dedicarle todo el tiempo necesario que una escuela de música requería. Fue entonces, cuando un grupo de músicos dentro de la Banda Municipal, con ideas y nuevas inquietudes, propusieron a la totalidad de la Banda y al entonces Concejal de Cultura, el Sr. Hidalgo, la posibilidad de la creación en nuestra ciudad de un conservatorio.

Estos primeros pasos dados por este grupo de músicos –Cipriano A. Estevan (director de la Banda Municipal), José Tomás, Ramón Lorente, José Ruescas Espinosa, Antonio Milán, Tomás Baenas, Juan Soler y algún otro que se me pueda escapar–, hace algo más de 32 años, tuvo dos fases muy diferenciadas. La primera de ellas, desde su creación oficial como Escuela Municipal de Música y Danza en el año 1984 hasta el año 1989. La segunda etapa, y cuando realmente se alcanza el objetivo inicial, fue en el curso de 1989 cuando la Escuela se convierte en Conservatorio Elemental de Música. Posteriormente, en 1995, se alcanzaría otro gran logro; convertirse en Conservatorio Profesional.

Esta idea, en principio, no cayó bien en el seno de la Banda, pues suponía que la subvención que desde siempre daba el Ayuntamiento, y se repartían los músicos, se perdería a favor del futuro conservatorio; con el agravante que a partir de cuando se creara de manera oficial, todo aquel niño o niña que quisiera ser músico la enseñanza, ya no sería gratuita, pues la Escuela de la Banda Municipal dejaría de existir y tendría que cursar sus estudios musicales en el nuevo conservatorio.

Yo fui uno de los que no estaba de acuerdo en la creación de dicho conservatorio, no por el dinero que dejaríamos de percibir los músicos, que para mí no era lo más importante, si no por el hecho de que a partir de su creación se acabaría la gratuidad de las enseñanzas musicales en Villena, que hasta esa fecha y prácticamente desde la fundación de la Banda Municipal (1922) estaba vigente.

Con este escrito y de corazón, agradezco a esos compañeros, que son mis amigos, y que aún hoy en día seguimos compartiendo atril en nuestra querida Banda Municipal de Música de Villena, el que tuvieran tal iniciativa. No me duele decir, y la nobleza obliga, que yo estaba equivocado. Gracias a vosotros, a vuestra ilusión y vuestra perseverancia hoy podemos decir todos con gran orgullo que Villena es un referente en lo que a Música se refiere. Si antes de la creación del conservatorio lo era; ahora mucho más.

Nunca me hubiera imaginado que con el paso del tiempo, yo con 1º y 2º de Eslava y Progreso Musical, 2 métodos de instrumento y, 1º y 2º de José Franco Ribate, estaría sentado, tocando y gozando atril junto a atril con estos chicos y chicas que con su esfuerzo, el de sus padres y el de sus profesores del conservatorio están consiguiendo hacerse un hueco en este difícil mundo de la Música. Hasta con 22 profesores superiores de sus distintos instrumentos y/o especialidades he tenido la oportunidad de compartir ensayos y conciertos. ¡Quién me lo iba a decir a mí!

Con este escrito solo he querido, aparte de hacer un poco de historia, reconocer y agradecer la labor del Maestro don Manuel Carrascosa para con Villena, y no menos el reconocimiento a esos compañeros, que contra viento y marea fueron capaces de poner las primeras piedras del actual Conservatorio Profesional de Música de Villena.

Espero no haber aburrido con este escrito, pero habían algunas cosas que las tenía que decir, y no quería dejar pasar esta oportunidad que me brinda nuestra revista festera Día 4 que fuera….

Como siempre, es el tiempo quien quita y da la razón.

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